Nuevamente tengo el honor de escribirles, soy Pancracio Nipacerbulto, alias "Pocholo" y voy por mi tercer by-pass en la semana. Encima la arterioesclerosis está cada vez más fulera y los degenerados de este equipo me aumentaron la cuota porque dicen que ahora: "están encontrando el rumbo". ¡Ya van a llegar a mi edad, mocosos del demonio!
La cosa es que como soy ciego de nacimiento no entendí mucho de lo que estaba pasando, escuchaba que gritaban muchos goles y teniendo en cuenta que venían de perder 6-0, 6-1 pensé que los había agarrado otro Federer y les estaba haciendo el tercer set, pero parece que fue al revés y los rojitos rompieron la red con un salvaje 7 a 3.
En el principio del partido parecía que todo se transformaría en una carnicería de goles porque La Máquina arrinconó a su adversario y no lo dejaba salir a más de cinco metros de su propio arco, pero estos muertos de hambre demostraron que no le podían hacer un gol ni al arco iris y todos los pelotazos exhibían cada vez más lo burros que son. ¡Y encima me aumentaron la cuota para comentar sus partidos! ¡´Jos de remil!
Vale mencionar la inhabilidad visual del árbitro, que ignoraba cosas que hasta yo notaba aún siendo ciego. Eso por no destacar cierta altanería al hablar, seguramente producto de una infancia jodida. ¡Pobre muchacho!
Encima yo estaba cerca del jugador Alvez, quien se la pasaba a los gritos y jamás corrió una sola pelota, ni marcó a nadie, solamente se quedaba parado gritando cosas a sus compañeros. Creo que ni transpiró, el muy sinvergüenza.
Para colmo de burradas rojas, la única vez que el rival avanzó se las mandó a guardar bien hasta el fondo, seguramente era justicia poética por el maltrato que siempre me prodigaron a mí.
Ahí yo pensé que se iban a desintegrar y ya pensaba en reducir la cuota por motivos de "inutilidad futbolística", pero todo cambió. ¡´Ta madre, carajo!
La Máquina jamás perdió el orden y siempre fue al frente y no pasó mucho hasta que Juampa agarró una pelota que picaba tranquila y la embocó, marcando el rumbo de lo que vendría.
La Máquina tenía tanto control del partido que, para demostrar su dominio, el arquero Soriano lanzó la pelota contra el palo y la volvió a tomar con sus manos, ante la mirada confiada de su equipo. El rival supo que jamás podría igualar ese control de balón y sangre fría y se desmoronó por completo.
En el segundo tiempo La Máquina explotó, rápidamente se puso dos goles arriba y la cosa empezó a calentarse, los rivales repartieron cada vez más... y les fue mal. El árbitro fue testigo cercano de cada jugada y cada falta. No se sabe para qué, pero las presenció todas.
En una jugada, Gusti le mostró sus pompis a un rival y éste se entusiasmó tanto que babeó lamentablemente, pero en lugar de mordérselas trató de encajarle una soberbia patada que fue evitada por el saltito exacto del 14 y motivó la expulsión del agresor por parte de Mister Magoo. En otra jugada, Alan quiso volver a mostrar sus dotes actorales, pero luego de 7 horas y media de simulación nadie fue amonestado y él renunció a tan improductiva práctica. Por lo menos el rubio pudo darse el gusto de hacer un gol.
Mucho molestó a los rivales el hecho de que Mati les ganara todas las pelotas que trababa y les mandara una a guardar, que no encontraran la forma de neutralizar a un imparable Leo (no, el arquero no, el otro), que Rodo no haya hecho goles en contra y que Lucas haya rendido impecablemente tanto en la defensa como en el ataque. El reemplazo de este último generó algo de ilusión en el rival, pero entró Facundo y no desentonó para nada con el resto del equipo, así que no había caso.
La tensión era muy grande y se escuchaban los gritos de Juampa: "¡Van a lastimar a alguien", pero no ocurrió. Casi se me pianta un lagrimón cuando este jugador pedía la pelota para mostrársela al rival y ganarse todas las patadas juntas, lo cual motivaría varias expulsiones. ¡Me hizo acordar a cuando yo era pibe y cada vez que me pegaban se fracturaban ellos! Claro que después se hizo amonestar al entregarle la pelota a Mr. Magoo con cierta bronquita. También Gusti y Leo fueron amonestados, pero compensaron estos horribles e imperdonables fracasos con dos goles cada uno, así que... Psé, estuvieron bien, pero ¡yo a su edad...!
En fin, yo pensé que habían perdido 10 a 0 y estaba a punto de negociar finanzas, pero ganaron 7 a 3 y me abrocharon con el ICPG (Impuesto al Comentario de Partidos Ganados).
¡Ojalá que no los arregle ningún mecánico!
La cosa es que como soy ciego de nacimiento no entendí mucho de lo que estaba pasando, escuchaba que gritaban muchos goles y teniendo en cuenta que venían de perder 6-0, 6-1 pensé que los había agarrado otro Federer y les estaba haciendo el tercer set, pero parece que fue al revés y los rojitos rompieron la red con un salvaje 7 a 3.
En el principio del partido parecía que todo se transformaría en una carnicería de goles porque La Máquina arrinconó a su adversario y no lo dejaba salir a más de cinco metros de su propio arco, pero estos muertos de hambre demostraron que no le podían hacer un gol ni al arco iris y todos los pelotazos exhibían cada vez más lo burros que son. ¡Y encima me aumentaron la cuota para comentar sus partidos! ¡´Jos de remil!
Vale mencionar la inhabilidad visual del árbitro, que ignoraba cosas que hasta yo notaba aún siendo ciego. Eso por no destacar cierta altanería al hablar, seguramente producto de una infancia jodida. ¡Pobre muchacho!
Encima yo estaba cerca del jugador Alvez, quien se la pasaba a los gritos y jamás corrió una sola pelota, ni marcó a nadie, solamente se quedaba parado gritando cosas a sus compañeros. Creo que ni transpiró, el muy sinvergüenza.
Para colmo de burradas rojas, la única vez que el rival avanzó se las mandó a guardar bien hasta el fondo, seguramente era justicia poética por el maltrato que siempre me prodigaron a mí.
Ahí yo pensé que se iban a desintegrar y ya pensaba en reducir la cuota por motivos de "inutilidad futbolística", pero todo cambió. ¡´Ta madre, carajo!
La Máquina jamás perdió el orden y siempre fue al frente y no pasó mucho hasta que Juampa agarró una pelota que picaba tranquila y la embocó, marcando el rumbo de lo que vendría.
La Máquina tenía tanto control del partido que, para demostrar su dominio, el arquero Soriano lanzó la pelota contra el palo y la volvió a tomar con sus manos, ante la mirada confiada de su equipo. El rival supo que jamás podría igualar ese control de balón y sangre fría y se desmoronó por completo.
En el segundo tiempo La Máquina explotó, rápidamente se puso dos goles arriba y la cosa empezó a calentarse, los rivales repartieron cada vez más... y les fue mal. El árbitro fue testigo cercano de cada jugada y cada falta. No se sabe para qué, pero las presenció todas.
En una jugada, Gusti le mostró sus pompis a un rival y éste se entusiasmó tanto que babeó lamentablemente, pero en lugar de mordérselas trató de encajarle una soberbia patada que fue evitada por el saltito exacto del 14 y motivó la expulsión del agresor por parte de Mister Magoo. En otra jugada, Alan quiso volver a mostrar sus dotes actorales, pero luego de 7 horas y media de simulación nadie fue amonestado y él renunció a tan improductiva práctica. Por lo menos el rubio pudo darse el gusto de hacer un gol.
Mucho molestó a los rivales el hecho de que Mati les ganara todas las pelotas que trababa y les mandara una a guardar, que no encontraran la forma de neutralizar a un imparable Leo (no, el arquero no, el otro), que Rodo no haya hecho goles en contra y que Lucas haya rendido impecablemente tanto en la defensa como en el ataque. El reemplazo de este último generó algo de ilusión en el rival, pero entró Facundo y no desentonó para nada con el resto del equipo, así que no había caso.
La tensión era muy grande y se escuchaban los gritos de Juampa: "¡Van a lastimar a alguien", pero no ocurrió. Casi se me pianta un lagrimón cuando este jugador pedía la pelota para mostrársela al rival y ganarse todas las patadas juntas, lo cual motivaría varias expulsiones. ¡Me hizo acordar a cuando yo era pibe y cada vez que me pegaban se fracturaban ellos! Claro que después se hizo amonestar al entregarle la pelota a Mr. Magoo con cierta bronquita. También Gusti y Leo fueron amonestados, pero compensaron estos horribles e imperdonables fracasos con dos goles cada uno, así que... Psé, estuvieron bien, pero ¡yo a su edad...!
En fin, yo pensé que habían perdido 10 a 0 y estaba a punto de negociar finanzas, pero ganaron 7 a 3 y me abrocharon con el ICPG (Impuesto al Comentario de Partidos Ganados).
¡Ojalá que no los arregle ningún mecánico!
Premios de la samana:
"Agarrame si podés": Leonardo... bueno, el arquero no, el otro.
"Se mira y no se patea": Gustavo Berna.
"¿Se asustaron, eh?: Leonardo Soriano.
"Peor actor": Alan Bremer (2º semana consecutiva).
"Creo haber visto un lindo gatito": Mr. Magoo.
"El mejor de todos": Pancracio "Pocholo" Nipacerbulto (posta, lo votó la gente).
4 comentarios:
Prometo no hacerlo mas. Tengo que reconocer que mi experiencia laboral en la actuacion no esta dando frutos. No consegui ni 1 amarilla, es mas, en el ultimo partido igualmente me cobraron foul en contra! soy de caucho!!!
¿Y justo ahora me va a aflojar, cuando se viene la tercera que es la vencida y por regla universal sale o sale, como el Kini 6?
No, m´hijo, solo tiene que perfeccionar la ténica y empezar a cosechar tarjetitas.
PD: Despierte a sus compañeritos de equipo, que parece que están todos enyesados y no pueden dejar comentarios.
CHE PANCRACIO, ME PARESE UNA FALTA DE RESPETO LA AUSENCIA DE LOS MOMENTOS KODAK DEL PARTIDO Y POST PARTIDO. AGREGALE CONDIMENTO A TUS NOTAS, YA QUE SINO LA COMISION DIRECTIVA SE VA A VER OBLIGADO A REDUCIRTE TUS HONORARIOS.
ESPERAMOS VER ESTE CAMBIO DE SINTESIS INFORMATIVA.
LA MAQUINA F.C.
Ma, ¿mestá cargando, mocito? ¿Cómo que "reducir mis honorarios" si son ustedes los que me cobran por comentar sus burradas?
Además me parece una falta de respeto de su parte exigirle fotos a un ciego de nacimiento, eso que lo hagan todos aquellos que tienen la maravillosa capacidad de ver lo que les pasa por al lado, no como yo que el otro día me tragué un poste y escuchaba claramente como todos se cagaban de risa.
¡SUNESCÁNDALO, SUNABUSO!
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