La Máquina cayó 4 a 3.

Tengan todos ustedes muy buenos días, mi nombre es Pancracio Nipacerbulto, alias "pocholo"; 88 años, ciego de nacimiento, 3 veces divorciado, 1 solo pulmón, medio hígado y rengo desde los 13. He sido designado periodista deportivo exclusivo de La Máquina (ningún otro equipo aceptó que les pagara para cubrir sus partidos).

En el primer partido por la clasificación a la "D", La Máquina tuvo que afrontar un encuentro intensísimo, en realidad a esta edad de solo escuchar como gritan (soy ciego de nacimiento) ya me fatiga casi hasta la muerte. El equipo estrenó camisetas rojas (eso me dijeron) y cayó 4 a 3 luego de empatar el marcador tres veces consecutivas; deberá hacer un muy buen papel en los dos partidos siguientes si quiere empezar a jugar en la "D" en el 2008.
Me encantaría poder ponerles puntaje numérico a cada uno, lamentablemente solo sé contar hasta 3 y creo que uno, tal vez dos, merecieron un puntaje superior al "insuficiente", por lo que los calificaré en lenguaje coloquial.

Gusti: Uno de los "jóvenes" del equipo. El muchacho en cuestión atajó hasta la mitad del segundo tiempo, momento en que se sumó al ataque y en ese poco tiempo les encajó dos goles a los rivales, mostrando su capacidad goleadora.
Igual, bastante flojo lo de este muchacho, yo a su edad me gambeteaba a todos los rivales cuatro veces y metía entre quince y veinte goles por partido. Y eso lo hacía los días que tenía 43 grados de fiebre.

Ariel: El defensor central tuvo una interesante actuación hasta la jugada decisiva en la cual puso en riesgo la integridad física (del rival, por supuesto) y sacudió de lo lindo a un rival que estaba por marcar un gol. Cuentan que la diestra del rival voló por los aires y la zurda se pulverizó en décimas de segundos. Creo que la roja fue exagerada porque el rival apaleado no encontró la muerte.

Rodo: El "hombre del mes", según este blog fue toda una sorpresa porque teniendo en cuenta todo lo que puede hacer (¡Dios nos libre y guarde!) solamente convirtió un gol en contra y pudo resistir el 95% del partido antes de salir con un principio de asfixia, deficiencia pulmonar severa y, dicen algunos, riesgo diarreico. Este muchacho se llevó su imán de codazos, lo cual produjo la expulsión de un rival (codazo al rostro) y la amonestación de otro (al pecho). Ahora entiendo, este pibe se la pasó haciéndose golpear y no tuvo tiempo de jugar al fútbol.

Ezequiel: Este debutante en el equipo mantuvo una actitud recia y firme y luego de ser amonestado se temió su expulsión, pero supo burlar la roja y terminar el partido dentro de la cancha cumpliendo un buen papel. Uno más para tener en cuenta.

Alan: Si bien la saeta rubia empezó con la brújula sin pilas, un tanto perdido, supo encontrar su lugar y estar en su salsa cuando le metió un MURRAZO FEROZ a un pobre ingenuo que le pasó por al lado, lo hizo con tanta destreza que ni fue amonestado. Luego incursionó en la actuación con paupérrimos resultados, ya que aún estando 3 horas y media en el suelo agarrándose el tobillo al grito de: " Ay, me duele mucho" no logró convencer al réferi de amonestar al rival.

Lucas: Y... este pibe es hincha de San Lorenzo, así que se ve que de fútbol sabe un montón. Tiene muy claro qué colores alentar, qué institución bancar, qué equipo alentar, etcétera. Me hace piantar un lagrimón de la emoción. ¡La Máquina no puede dejarlo ir!

Javier: Otro debutante en el equipo. Se bancó todo el partido con una interesante actuación, mostrando que tiene aptitudes para seguir explotando al entrar en ritmo. Dale pibe, que aposté unos pesos a que hacías un gol en la clandestina de don Tito.

Matías: El otro "niño" de La Máquina. Este muchacho, que tanto se ufanaba de tener energías para jugar con dos equipos simultáneamente (Isótopos y La Legión) recibió el ataque brutal, impiadoso e inevitable del viejazo de golpe. Con una lesión a cuestas tuvo que luchar contra los rivales y contra sus propios años, mostrando que aún estando viejo y medio roto tiene mucho para dar. Yo a su edad... yo a su edad.... La juventud de ahora son todos flojitos.

Hernán: El tercero en debutar (futbolísticamente hablando, por supuesto). Cumplió una gran actuación en el arco reemplazando a Gusti y salvando varias pelotas muy complicadas luego de haber jugado como defensor, posición en la que hizo un buen papel. Hay que tener en cuenta que también mostró una brillante habilidad y una exquisita calidad en los primeros minutos del partido... viendo el partido desde el banco.

Inés y Alejandra: Si bien algunos les criticaron que no corrieron y no marcaron a nadie, su presencia y aliento impulsó a los jugadores del equipo a dejar todo.

Leo y Facundo: En un controvertido método para adelgazar, estos dos muchachos decidieron caminar hasta Luján con el objetivo de bajar unos kilitos. Vale el esfuerzo para esta a punto para el equipo, pero ¿no había otra forma?

Juampa: Cumplió una magnífica tarea al instalar un aire acondicionado. Se le complicó un poco con el tercer tornillo, pero superó el desafío con su habilidad característica. Lástima que creyó estar instalando otro electrodoméstico y ahora el supuesto aire acondicionado le da café caliente, le plancha las camisas y le masajea las patas cuando está cansado.

El árbitro: Uno medio alto, pelado, entrado en años... un tal Fermín. ¡Un estafador! Este cronista le dio tres billetes para que hiciera ganar a La Máquina (uno de 10.000 australes, otro de 10 Lecop y el tercero recién dibujado con marcadores por valor de 9 pesos) y el muy taimado ace tó el dinero y dejó ganar a los rivales. ¡Un granuja!
Es como yo digo, si La Máquina pierde es culpa del árbitro.

Bueno, muchachos, de tanto escribir estoy al borde del deceso, así que me voy a dormir en un frasco de formol hasta el próximo partido.
¡Ganen, zopencos!